Marcelo Ariel Gelman Schuberoff

Estas visitas que nos hacemos,
vos desde la muerte, yo
cerca de ahí, es la infancia que pone
un dedo sobre el tiempo y dice
que desconocer la vida es un error.
Me pregunto por qué
al doblar una esquina cualquiera
encuentro tu candor sorprendido.
¿El horror es una música extrema?
Las penas llevan a tu calor
cantado en lo que soñaste,
las casas de humo donde vivía el fulgor.
De repente estás solo.
Huelo tu soledad de distancia
obediente a sus leyes de fierro.
El pensamiento insiste en traerte y devolverte
a lo que nunca fuiste.
Tu saliva está fría.
Pesás menos que mi deseo,
que la lengua apretada del aire.
 
 
 

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Marcelo, hijo de Juan Gelman y Berta Schuberoff,  había estudiado Letras y Filosofía en Bs. As. y a los veinte años ya era poeta y periodista independiente. Había militado en distintos movimientos de izquierda. Fue secuestrado, cuando su padre ya vivía en exilio en Europa.

El 24 de agosto de 1976 unos milicos entraron a la casa de la madre de Marcelo y obligaron a la hermana de él, Nora Gelman, a enseñarles el domicilio de Marcelo y María Claudia, su joven esposa, que estaba embarazada de siete meses: acá  secuestraron a los dos, y los llevaron al campo de detención y tortura Automotores Orletti.

De ahí Marcelo y María Claudia nunca más volvieron. Nora Gelman fue liberada dos dias después. Años más tarde Juan Gelman pudo aclarar la suerte de Marcelo: en octubre de 1976, después de ser torturado, Marcelo fue asesinado de un tiro en la nuca disparado a medio metro de distancia. En 1989 su cuerpo fue encontrado dentro de un tambor de 200 litros relleno de cemento y arena  (los restos fueron exhumados por el Equipo Argentino de Antropología Forense).

En 1980 Lumen publicó el volumen Si dulcemente, formado por tres partes –Notas, Carta abierta y Si dulcemente- escritas por Gelman entre agosto de 1979 y marzo de 1980. Carta abierta se compone de 26 poemas dedicados a Marcelo.

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